De unos orígenes humildes en un taller de Sydney en 1932, nació Bloch. Jacob Bloch fabricó sus primeras zapatillas de ballet en un taller iluminado con velas situado encima de su tienda. Hizo un par de zapatos, para un cliente a la vez, por encargo. Esa competencia central y ese estilo artesanal, junto con la filosofía de escuchar a los bailarines, han sido la esencia vital de la misión de la compañía durante 90 años.
Todo empezó con la promesa de fabricar los zapatos de baile más cómodos del mundo.
De unos orígenes humildes en un taller de Sydney en 1932, nació Bloch. Jacob Bloch fabricó sus primeras zapatillas de ballet en su taller iluminado con velas situado encima de su tienda. Hizo un par de zapatos, para un cliente a la vez, por encargo. Esa competencia central y ese estilo artesanal, junto con la filosofía de escuchar a los bailarines, han sido la esencia vital de la misión de la compañía durante 90 años.
Las principales compañías de danza de todo el mundo confían en Bloch para equipar a sus bailarines con las mejores herramientas de su oficio, incluidos el Royal Ballet, el American Ballet Theatre, el Bolshoi Ballet y el Australian Ballet, por nombrar algunos. Nuestros zapatos son usados por las mejores bailarinas del mundo del pasado y del presente, incluidas Isabella Boylston, Francesca Hayward, Lauren Lovette, Yasmine Naghdi, WanTing Zhao, Julian MacKay, Julie Kent, Sarah Lamb, David Hallberg, José Martínez y Maria Khoreva.
Nuestras colaboraciones han incluido a los ex directores de ABT, Irina Dvorovenko y Maxim Beloserkovsky, el dúo de coreógrafos y claqué internacionalmente aclamado Chloe y Maud Arnold, y el principal ícono internacional del tap y coreógrafo ganador del premio Emmy, Jason Samuels Smith.
“Hacemos lo que hacemos por amor a la danza”
- David Wilkenfeld